martes, 31 de agosto de 2010

Catia Somos Todos promueve Campaña de Prevención en Salud sexual y Reproductiva


En nuestro país se registra un promedio de 100 mil embarazos precoces anualmente, de madres con edades comprendidas entre 15 y 19 años según estudios del Fondo de Población de las Naciones Unidas (FNUAP). 1 de cada 5 mujeres jóvenes han sido madres antes de los 20 años. El 71% de estas madres adolescentes viven en hogares pobres, en las madres adolescentes el índice de educación básica completa es del 64%, las madres adolescentes tienen el más alto índice de desocupación absoluta, el 70% de ellas ni estudian, ni trabajan. Solo el 8% de ellas estudian, 19% se mantienen trabajando y 3% realiza ambas actividades simultáneamente. 1 de cada 3 defunciones infantiles corresponde a hijos de madres adolescentes (según revela Informe País. FNUAP, 1997). De acuerdo a estimaciones del CELADE (Centro Latinoamericano de Demografía), el nivel de fecundación de las adolescentes venezolanas esta por encima del registro en varios países latinoamericano. La tasa específica de fecundidad adolescente en Venezuela es de 101 nacimientos por mil adolescentes de 15 a 19 años de edad, en comparación con otros países latinoamericanos como Colombia en el cual es de 80 por mil, en Ecuador es de 70 por mil y en Brasil es de 73 por mil. En promedio los países latinoamericanos registran una tasa de fecundidad adolescentes de 78 por mil inferior a la registrada en Venezuela.

A la luz de estas circunstancias, es posible comprender cómo, en medio de un proceso generalizado y estimulado de práctica de la sexualidad, aparecen disminuidas las actitudes de prevención ante las posibilidades y riegos, no sólo de la procreación propiamente dicha sino, además, de contraer enfermedades de transmisión sexual. Cerca de un 60% de la actual población juvenil, como se ha visto, mantiene relaciones sexuales, no obstante sólo el 39% de este grupo utiliza métodos preventivos y apenas la mitad 52.6% de ellos los adopta de manera permanente. Esto se traduce en que por cada veinte (20) jóvenes venezolanos, doce (12) aproximadamente han mantenido relaciones sexuales pero, de ellos sólo cinco (5) utilizan algún método preventivo. Este rápido, pero altamente revelador análisis de la cuestión juvenil ante la sexualidad –considerablemente temprana y generalmente impredecible-, coloca, de inmediato, la atención en el terreno de la procreación y/o paternidad juvenil. Los resultados de ENJUVE (Encuesta Juventud Venezolana) refleja del 38% de los jóvenes con experiencia sexual, han agregado a su condición juvenil la condición de paternidad, cifra que se sitúa alrededor del 69% en caso de las jóvenes mujeres que declararon experiencia sexual. La parroquia sucre del municipio libertador del distrito capital, con una población que supera los 800.000 habitantes, en la cual se concentran, los más altos índices de marginalidad y exclusión social de la ciudad de Caracas, no escapa de este drama, cada año aumenta el número de madres adolescentes y el índice de enfermedades de transmisión sexual, esto originado principalmente por una falta de orientación sexual a nivel familiar y en el sector educativo.

Ante esta dramática realidad, la asociación civil Catia Somos Todos conciente que el embarazo precoz va más allá de un problema de salud, que se convierte en un mecanismo de reproducción de pobreza y la exclusión de la niña y la mujer de las oportunidades de educación, capacitación, empleo, ingreso y participación, iniciara una campaña denominada Talleres de Prevención en Salud sexual y Reproductiva, dirigido a los adolescentes estudiantes del 7º, 8º y 9º grados de educación básica y de 1º y 2º año de diversificado, de las instituciones educativas y comunidades de su entorno ubicadas en las zonas más empobrecida de nuestra parroquia.

El objetivo de este proyecto es el de capacitar a los jovenes, estudiantes, a sus representantes y a la comunidad en los conceptos, estrategias y recursos para la prevención integral de la salud sexual y reproductiva e influir en la disminución de los índices de embarazos precoces y de enfermedades de transmisión sexual (ETS).


SEXTING.

¿SE TRATA DE UNA SIMPLE TRAVESURA, O ES MÁS BIEN PORNOGRAFÍA INFANTIL?.

Los jóvenes estadounidenses han encontrado una nueva manera de “divertirse”: fotografiarse desnudos con el móvil y enviar mensajes con las imágenes, una tendencia conocida como “sexting” que cada vez preocupa más a los padres. Sexting. Éste es el nombre del último fenómeno que mezcla dos factores explosivos: adolescentes y nuevas tecnologías, y que ha puesto de relieve una importante cuestión legal: ¿Se trata de una simple travesura, o es más bien pornografía infantil?.

Los jóvenes se fotografían parcial o completamente desnudos y reenvían las fotos a sus amigos más cercanos. El problema viene cuando excede esos límites y la broma se convierte en humillación.
La organización no gubernamental de Prevención de Embarazos Imprevistos entre Adolescentes ha estudiado este fenómeno, preocupada por el hecho de que un 20% de los jóvenes de entre 13 y 17 años ha mandado alguna imagen o vídeo suyo desnudo o semidesnudo, según datos de una encuesta.
Por diversión
En la mayoría de los casos esta acción no tiene una motivación fundada, sino que simplemente lo hacen “por diversión” o para “ligar” con otros adolescentes. Pero la broma puede salir cara.
El fenómeno es tan nuevo que existen incluso lagunas legales. Uno de los problemas al que se enfrentan las autoridades en determinar quién es el responsable cuando el envío del mensaje o la foto en cuestión se hace sin consentimiento del afectado.
Los padres de una joven de 16 años de Seattle (Washington) han emprendido una batalla legal, después de que se difundieran por todo el colegio las fotos que se hicieron su hija y su mejor amiga en la ducha sin intención de difundirla.
Las fotos comenzaron a circular entre los estudiantes hasta que el director del centro educativo recibió un sobre con unas copias, por lo que las muchachas fueron expulsadas del equipo de animadoras.

Los padres alegan que al echarlas del equipo las han “marcado” frente al resto de los compañeros, aunque, según el Seattle Post-Intelligencer, ésta no era la primera vez que las chicas se hacían fotos sin ropa.
Así lo contó a la radio pública NPR el agente de policía Vern Myers, quien explicó que aunque sean los propios jóvenes quienes se toman las fotografías, en algunos casos puede considerarse pornografía infantil, porque “si eres quien toma la fotografía, fabricas material (pornográfico) y si la reenvías, lo distribuyes”.
En al menos en cuatro estados, el ’sextig’ está considerado pornografía y explotación sexual de menores.

Considerado pornografía
En al menos en cuatro estados, el “sexting” es considerado pornografía y explotación sexual de menores. No obstante, esta práctica, cada vez más extendida, preocupa a padres y educadores, ya que muchas veces del móvil las fotografías saltan a la red donde son colgadas en redes sociales o páginas web.
La directora de la organización de Prevención de Embarazos Imprevistos entre Adolescentes, Marisa Nightingale, aseguró en una reciente entrevista que “es crucial que los padres hablen con sus hijos sobre las posibles consecuencias”.
Nightingale advirtió que aunque los adolescentes sean demasiado jóvenes para pensarlo, las fotos se extienden como la pólvora y “podrían volvérseles en contra cuando pidan plaza en la Universidad o se presenten para su primer trabajo”.

Solo esperamos que esta nueva manera de “divertirse” de los Jóvenes norteamericanos no sea copiada por la juventud venezolana. El llamado es a los padres para que dialoguen con sus hijos sobre este tema y así prevenirlos ante cualquier situación.

CRISIS SOCIAL: La pobreza obliga a niños y jóvenes a vender su cuerpo para poder subsistir


Se multiplica casos de prostitución infantil en Venezuela. Se estima que existen entre 40.0
00 y 50.000 casos en el país.

En el año 1988 se estimaba que en Venezuela existía una población entre 14.600 y 17.390 niños y niñas que se dedicaban a la prostitución. En la actualidad se calcula que esa cifra ha llagado a ubicarse entre 40.000 y 50.000 casos en todo el país. Los números se desprenden de un estudio realizado por la Asociación de Mujeres por el Bienestar y Asistencia Recíproca, Ambar, que efectuó un trabajo de investigación el pasado año con la finalidad de elaborar un perfil de prostitución infantil en Caracas, tomando como muestra una población de 104 casos de menores.

El estudio contó con el apoyo del Ministerio de Salud y Desarrollo Social y la Embajada Británica. Esta última colaboró con la publicación de los resultados obtenidos. Dicha investigación se llevó a cabo en el área metropolitana, principalmente en Catia, Avenida Lecuna, Chacaíto, Sabana Grande, y otras zonas aledañas, donde se estima que por cada caso atendido deben haber entre 10 y 15 menores realizando la misma actividad.

Estos menores conviven en un ambiente extremadamente difícil y de elevada violencia, y permanecen en grupos de cinco (5) a quince (15) miembros. De la muestra estudiada, 101 resultaron ser niñas y 3 resultaron ser varones, situación que indica el incremento de la feminización del problema.

63.4% de los menores prostituidos se encontraron en la Avenida Lecuna y Plaza Caracas, 12.2% se situaba en la zona de Catia. La investigación arrojó como resultado que el 77,9% de la población tiene entre 14 y 16 años de edad. Un total de 94 niños señalaron no estudiar; 79.8% difícilmente ha culminado el sexto grado.

La mayoría de los menores indicó haber ingresado para el mundo de la prostitución para obtener recursos para subsistir, con la aprobación de su grupo familiar.

El drama en cifras

43% sin control,
de los encuestados 43% no conoce ningún método anticonceptivo.

46% ignora qué es el VIH,
46 de los 104 entrevistados dijo no saber qué es el SIDA ni lo mortal que puede ser la enfermedad. 49% no sabe cómo prevenirlo y 44.2% dice que utilizando preservativos disminuye el riesgo.

60% de familas,
Con respecto a las familias de los encuestados, 60% sabe la actividad que realizan los menores y asume que se trata de una estrategia de sobrevivencia a través de la cual se obtiene dinero para cubrir sus necesidades básicas.

74% por amigos,
Un total de 74 menores encuestados señalaron haber ingresado al mundo de la prostitución estimulados por una amiga; 10.6% dijo haber sido guiado por la familia.

Prostitución masculina también aumenta
La crisis económica que atraviesa el país también ha provocado que se incrementen, en los últimos años, los casos de prostitución masculina en la ciudad capital. En un estudio realizado por la Prefectura de Caracas, en la Parroquia Santa Teresa -zona donde se ha recibido la mayor cantidad de denuncias por los casos de prostitución- se detectó que por cada 40 mujeres que se dedican a esta actividad existen 30 hombres.

Prostitución crece con la pobreza
A medida que aumentan los índices de pobreza y desempleo, también se incrementan los casos de niños, niñas, adolescentes, mujeres y hombres que entran en el mundo de la prostitución para obtener recursos necesarios para poder subsistir.

Estudio revela tráfico sexual de niños y mujeres
Son exportados por mafias a Europa y Colombia

El tráfico de mujeres y niños se ha convertido en una industria lucrativa, cuyos tentáculos toman de América Latina la materia prima a ser exportada.

El Protection Project (Proyecto Protección), instituto de investigación sobre derechos humanos de la Johns Hopkins University, Washington, realizó un amplio estudio a petición de la Organización Internacional para la Migraciación, que fue presentado en noviembre del año pasado en la Conferencia Hemisférica sobre Migración Internacional: Derechos Humanos y Tráfico de Personas en las Américas, celebrada en Chile.

La investigación se extendió a 36 países del continente, incluyendo Venezuela.

De acuerdo con el informe, el tráfico de personas sustenta varios negocios: prostitución, turismo sexual, pornografía, trabajo forzado, adopciones ilegales, venta de órganos y reclutamiento para milicias.

Trata de blancas:
El estudio revela una ruta sexual de Venezuela a Europa. Desde el país se trafican mujeres y niños a varios países de ese continente para ser comercializados con fines sexuales. A las féminas en ocasiones se las llevan con falsas promesas de empleo como camareras, bailarinas o trabajadoras domésticas.

También el territorio nacional sirve de receptor de ecuatorianas y dominicanas.

Para 1997, el Ministerio de Salud tenía un registro de 350 mil prostitutas en el país. 14 % eran extranjeras. La edad promedio de los niños que se prostituyen es de 12 años.

Niños desaparecidos:
El informe Somos Noticia de CECODAP, destaca que entre septiembre de 2001 y agosto de 2002, desaparecieron dos mil 17 menores, 74 % eran muchachas. Las desapariciones pueden estar asociadas a la explotación sexual. La explotación infantil incluye el trabajo doméstico. En Venezuela, 25 % de las mujeres de servicio son menores de 10 años, cita el Protection Project.

Guerra ajena:
De la nación bolivariana también salen pequeños para formar parte de acciones militares. Las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) ha secuestrado niños de Venezuela y los ha usado como soldados. El reporte de la organización estima que dos mil 500 menores están alistados en las milicias.

El tráfico de bebés para ser adoptados ilegalmente ocurre, principalmente, desde honduras, Ecuador, El Salvador, Venezuela y Guatemala. En este último, se calcula que entran 20 millones de dólares anuales por este comercio.

Últimas Noticias, 11 de abril 2003


Federación Internacional de Periodistas (FIP)